El prisionero desnudo de stands de guerra atados a un árbol, con los brazos doblados alrededor de su tronco, con la boca abierta en un grito de dolor. Su cara se ha desprendido, dejando sin labios para cubrir sus dientes y único cartílago de donde había estado la nariz.

Él se esfuerza para evitar un buitre que está picoteando a cabo su ojo derecho. Abriendo su pecho con un TUMI y aprovechar el corazón sigue latiendo por el contador del tiempo, va a ser la última cosa antes de que su cabeza se cortó con el mismo cuchillo de oro puro, con el fin de complacer al dios del sol.

Este evento tuvo lugar hace unos 1.500 años, durante el esplendor de los Moche, una civilización pre-Inca.

El Tumi era un cuchillo ceremonial, utilizado para la trepanación del cráneo, y otros propósitos. Se ha demostrado que la trepanación se llevó a cabo con éxito en tiempos pre-incas.

El precioso Tumi que vemos en esta imagen fue considerada la obra maestra del trabajo en metales de los Mochica. Fue robado del museo de Antropología en la década de 1980 y que nos significó una tragedia nacional. Hablamos sobre el robo de nuestra 'Mona Lisa'. Ahora sólo tenemos fotos como ésta, tomada por Wilfredo Loayza, uno de nuestros mejores fotógrafos peruanos.